domingo, 20 de febrero de 2011

Sobre tu lecho

Sobre tu lecho descargo
la carga con la que he cargado,
sobre tu tálamo he dejado
mis sueños y mis pecados,
las ilusiones perdidas
y las traiciones recibidas.
En tu yacija descargué
penas que nunca se olvidan,
los sueños de cada noche,
los pecados de cada día,
mis hombros han soportado
el lastre que sobre tu cama
noche a noche he descargado.
Solo a ti te he confesado
mi llanto, mis desconsuelos,
mi agonía, mis desvelos.
Esos sueños y pecados
que a nadie había confiado,  
porque nadie cuenta a nadie
sus dolores ni sus pesares
en esta vida miserable.
Sabiendo lo que ahora sé
ya no busco más aliento,
que el alivio que encuentro
entre los cálidos brazos
que me acogen amorosos
cada noche en su regazo