sábado, 30 de abril de 2011

Reinventarse


Quien no se reinventa muere

por eso me reinvento cada día,

en tu esplendente bahía,

por mis amados senderos,

o en la piel de mil mujeres.

Y saco como el pintor saca

mil colores de su paleta,

yo me reinvento cada día

en las barcas de tu Caleta,

en los valles donde corren

y donde he bebido antes,

arroyos que susurrantes

te regalan sus armonías, 

me reinvento cada día

en las fuentes donde beben

sedientos los caminantes,

y en los senos y en los labios

de esa mujer que ayer amé

y hoy es mi única amante.



Bien que lo sé vida mía

que no es eso lo que quieres,

pero ser poeta es ser eso

es inventarse otro universo,

un universo que se sueña,

el que se pinta en los versos,

para seguir la vida soñando

porque si no sueñas mueres.



Sabes, amada mía que eres

la ninfa de mis quimeras,

por eso te suplico vida mía

que a lo escrito no hagas caso,

pues tu eres la hermosa dama

con la que sueño mis sueños,

con la que yago en la cama,

tu eres esa delicada rosa

que resiste sin marchitarse,

mil otoños, mil primaveras,

mis alboradas y mis ocasos.


Que eso no es amor, amada,

solo es pasión abrasadora, 

que al poco de ser soñada

apenas recuerdas nada.

Que eso no es amor, amada,

porque el amor trae dolor

y de esta pasión contada,

olvidada por mi memoria

nunca me ha dolido nada,

cuando ese dolor de amor

no era dolor, era la gloria
 

martes, 19 de abril de 2011

Desdicha


Galopaba corceles alados,
conversaba con los mares,
iba accediendo a la noche
buscándote en la batalla.
La noche cae envolvente
con su manto de silencio,
pero la brisa aulladora,
los murmullos de la mar
silenciaban tu llamada.
Las oleadas de espuma
que tu cuerpo originaba,
seguían llegando mansas
al malecón de mi playa.

Era un náufrago sujeto
a la balsa de tu cuerpo,
al estrellarse mi goleta
en tu corazón de roca,
Otro jardinero cortará
en tu ajardinada ribera
rosas de espuma blanca,
esas rosas que se abren
cada día con el alba,
y florecen cada aurora
en los labios de tu boca.