martes, 7 de diciembre de 2010

Incéndiame…


Tu fuego vuelve a abrasarme
como antaño me abrasaba,
cuando desnuda mi piel
con tus deseos erizabas,
cuando penetraba en mí
con su vigorosa daga,
despedazando, rasgando
el interior de mis entrañas.

Incéndiame las entrañas
con tu volcánica lava,
apaga el fuego de mi cuerpo,
sofoca, esta brasa apasionada
que de pasión me consume,
deja que tu magma descienda
por mis empinadas laderas,
empuja, empújame asido
a la comba de mis caderas,
en tanto desbocado galopas
labraré surcos de sangre
en la llanura de tu espalda
mientras excitado cabalgas.
Empuja, empújame asido
a la esbeltez de mi cintura,
a mis alabeadas caderas,
a mis poderosas nalgas.


5 comentarios:

Marisa dijo...

Un poema todo fuego
y pasión.

Un abrazo

Anónimo dijo...

El amor,la pasión, el deso y la convulsión de todo ello.
Esa lava que culmina el deseo consumado.

Un abrazo.

Duna dijo...

Encantada de conocerte y tenerte en mi blog.
Tu poema destila fuego y pasión.
¿Me aclararías una duda?. En tu perfil pone que eres un hombre, y sin embargo este poema parece escrito por una mujer...¿es tuyo el poema?
Un beso para ti. Y de nuevo, gracias.

Duna dijo...

No, por favor, no es duda, ni mala intención, sino admiración.
Si este poema lo publico yo, igualmente valdría para mi, ¿te das cuenta de eso?
Pero no es duda, sino una demostración de que la pasión no tiene sexo...y eso es genial.
Compañero, no quise ofenderte, sino que te admiro.
Un beso para ti. Gracias por decírmelo.

Duna dijo...

No tienes cuadro de seguidores, pero igualmente sigo tus letras encantada. Un beso

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